4 de marzo de 2010
Fleurs
Desde una grada de oro. -entre los cordones de seda, las gasas grises, los terciopelos verdes y los discos de crital que se ennegrecen como bronce al sol.- veo a la digital abrirse sobre un tapiz de filigranas de plata, ojos y cabelleras.
Piezas de oro amarillo sembradas en el ágata, pilares de caoba soportando un domo de esmeraldas, ramilletes de satén blanco y finas varas de rubi rodean la rosa de agua.
Como un dios de enormes ojos azules y formas de nieve, el mar y el cielo atraen a las terrazas de mármol a la muchedumbre de jóvenes y fuertes rosas.
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1 comentario:
me caés bien. y te puse en mis links. y sí, el libro ese es muy buen libro, así que si lo lees seguro te va a gustar.
un beso !
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